SERVICIOS

PSICÓLOGA EXPERTA EN TERAPIA DE PAREJA

¿QUÉ PODEMOS ABORDAR?

Desde que nacemos necesitamos amor en todas sus formas. Somos seres sociales y el contacto con los demás nos enriquece, forja nuestra autoestima, personalidad, y la forma en la que nos relacionamos.

A medida que crecemos, vamos dándole al amor de pareja una connotación cada vez más importante, y mantenemos distintos tipos de relación con diversas personas a lo largo de nuestra vida. Unas que recordamos como extraordinarias y otras como aprendizajes.

Cada persona quiere como sabe, pero esto no quiere decir que esa sea la única forma de amar válida o que podemos (o nos pueden) aportar, o que no seamos capaces de modificarla.

El concepto de lo que se considera un amor sano con frecuencia está distorsionado. Nos hacen creer en muchas ocasiones que amar es poseer, discutir, celarte (porque si no discute contigo o no te cela es que no le importas tanto), imponer restricciones, prohibir, faltar al respeto, perder los estribos, permitirlo todo, tener mil idas y venidas, etc., y un sinfín de características más con las que todos nos habremos sentido identificados alguna vez.

El amor sano es libre. El amor sano empatiza, escucha, valida, respeta, comprende, te da alas, te mima, te cuida y te pone en valor. El amor sano perdona, rectifica, se esfuerza y trabaja para que tanto uno mismo como su compañero/a, sean un equipo.

Para que esto funcione, tiene que haber voluntad y entendimiento por ambas partes, lo cual es fácil de decir, pero no tanto de lograr.

Tener conflictos con tu pareja durante la relación es completamente normal, sois personas distintas y no siempre tendréis la misma opinión o reacción frente a una situación, pero si se tiene una buena comunicación y respeto por el otro esto no podrá con vosotros.

Amar bien a la persona con la que compartes tu vida es una decisión, y un trabajo diario.

El problema es algo más complejo cuando se dan tesituras de desgaste debido a dificultades relacionadas con:

• Problemas de comunicación.
• Falta de objetivos comunes.
• Escasa reciprocidad.
• Pérdida de interés en la relación.
• Desatención.
• Mala asignación de tareas.
• Problemas en la repartición de gastos.
• Problemas de compatibilidad sexual.
• Falta de igualdad.

Probablemente si has llegado hasta aquí, sea porque tu pareja y tú reconocéis que hay algo que no está funcionando, y queréis buscar alternativas para mejorar los conflictos que se han generado de un tiempo a esta parte y que os cuesta abordar.

El primer paso sin duda es el más importante para iniciar el camino hacia un mayor bienestar, tanto a nivel individual, como en la relación.

Lo principal que se debe traer a terapia es la voluntad al cambio y la capacidad de empatizar y reconocer tus propios errores.

En función de la información que expongáis trabajaremos de una forma u otra para ayudaros en según qué áreas, aportándoos la psicoeducación necesaria para que también seáis conocedores del motivo de vuestros conflictos.

Fomentaremos la comprensión hacia el otro y abordaremos lo que os hace daño con herramientas de utilidad para que las pongáis en práctica y toméis las decisiones adecuadas para que vuestra relación llegue al punto que estáis buscando.