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PSICÓLOGA EXPERTA EN FOBIAS

Es fácil haber escuchado a personas de nuestro entorno utilizar la palabra “fobia” para referirse a sensación de rechazo intenso hacia algo, pero quien de verdad padece una sabe perfectamente que es mucho más que eso.

Las fobias son un miedo intenso y desproporcionado que no se corresponde con el peligro real que representa el objeto, animal o situación en cuestión.

A la persona que le ocurre, le asalta una reacción de miedo exagerado que le resulta muy difícil, e incluso imposible de controlar, aun siendo conscientes de que aquello que representa la fobia no es un peligro como tal para su integridad mental y física.

Sabemos que no es nada sencillo lidiar con ello, y que a veces puede haber incomprensión por parte del entorno debido al desconocimiento de los anclajes psicológicos que has hecho y porqué, en referencia a ese estímulo, por lo que les resulta complicado ayudarte y muchas veces la gestión que llevan a cabo no te beneficia.

Es fácil que, además de ese miedo tan intenso, sientas frustración, sensación de descontrol y tiendas a evitar lo que consideras como estímulo aversivo, algo que precisamente, hace que el terror y la intensidad se mantengan.

Todo esto es normal, teniendo en cuenta las sensaciones fisiológicas y los pensamientos que se desencadenan cuando se presenta el objeto de la fobia.

Seguramente notes como tu ritmo cardíaco se acelera, comienzas a tener sudores, nervios extremos, necesidad de salir de ahí, temblores o escalofríos, dolor en el pecho, sequedad buco-nasal, etc. Todo esto lo produce el cerebro al activar tu sistema simpático, debido a la amenaza que representa ese “peligro” para ti, y él siempre buscará tu supervivencia.

El problema de esto, es que el cerebro no siempre está en lo cierto, y a veces activa ese mecanismo generando pánico en la persona, cuando realmente no existe una amenaza.

Las fobias intensas pueden afectar considerablemente a la calidad de tu vida, sobre todo si comienzas a evitar las situaciones que te causan miedo, ya que cada vez te moverás en un espacio mucho más limitado, y todas las decisiones que tomes se verán influenciadas por ese miedo y la necesidad de auto-protegerte.

Si te sientes identificado/a con los síntomas anteriores, y la fobia en la que piensas cuando los lees te afecta en diversas áreas vitales como pueden ser, la laboral, la personal o actividades de la vida diaria, es importante que te pongas en contacto con un profesional de la salud mental.

Trabajando codo con codo juntos, podemos averiguar de dónde viene la fobia, y con la ayuda de diversas herramientas psicológicas conseguir que los pensamientos asociados al estímulo que te genera tanta activación, así como las manifestaciones fisiológicas y las dificultades que producen en tu día a día, desaparezcan, y seas capaz de manejar tus pensamientos y emociones de manera que sientas que verdaderamente tienes el control de lo que te sucede en la situación que sea.

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