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PSICÓLOGA EXPERTA EN DEPENDENCIA EMOCIONAL
La dependencia emocional es un patrón psicológico y de conducta que está relacionado con el tipo apego que hayas desarrollado.
Se produce cuando entregamos las riendas de nuestra vida emocional a otro que no somos nosotros, y, aunque en la mayoría de los casos esto pase con una pareja, también puede ocurrir con un familiar o en una amistad.
Las personas con dependencia emocional sienten temor a que con quien comparten su vida haga un mal juicio sobre ellas, les desagrade su comportamiento, no estén contentos con cómo son…, porque esto llevaría a su infravaloración y al abandono.
Además, si haces un repaso al tipo de relaciones que has tenido, probablemente sientas que has repetido patrones y que tus emociones con las personas con las que estás son muy intensas, así como el dolor tras la ruptura hasta que llega otra persona a tu vida.
Es común que si sientes esa necesidad de aprobación y valía de una persona en concreto, algunas de estas características conductuales te resulten familiares:
- Necesitas que apruebe tus decisiones porque sino no estás seguro de tomarlas.
- Suprimes comportamientos tuyos que la otra persona no acepta o reacciona de forma agresiva cuando los tienes.
- Te esfuerzas para que dicha persona te ponga en valor.
- Sientes mucha exigencia por su parte, pero como alguna vez te ha reforzado positivamente, trabajas duro para que se sienta orgulloso/a de ti y volver a sentir esa calidez por su parte.
- Valoras más su criterio que el tuyo propio.
- A veces le has mentido porque temes su reacción.
- No te sientes comprendido/a ni apoyado/a.
- Sientes que si dejas esa relación es un fracaso para ti.
- Te enfocas más en sus necesidades y en que esté contento/a y no se queje, que en lo que a ti te hace falta.
- Hay fisuras en la comunicación.
- Sientes que por más que haces nunca es suficiente.
- Te consuelas pensando que hay relaciones que son peores y que “la tuya no está tan mal para todo lo que hay fuera”.
- No eres feliz pero no te planteas dejar esa relación y ni siquiera sabes bien porqué.
Estos rasgos tienen que ver con una baja autoestima y autoconcepto, así como un apego y concepto erróneo sobre cómo son las relaciones interpersonales.
Si tienes que esforzarte en reprimir tus cualidades o en que la persona a la que quieres te preste atención y te valore, no es ahí.
El amor, en todas sus variantes, es libre, y conlleva aceptación por aquel con quién compartes tu vida. Y para que eso empiece a ocurrir, primero debes amarte y aceptarte TÚ.
Para poder trabajar la dependencia emocional, es importante saber qué tipo de apego tienes y porqué, despejar esas X de las que no somos conscientes y poner en marcha un nuevo planteamiento adaptado a ti y a tus necesidades, así como tratar la autoestima y el autocuidado, ponerte en valor, y aprender herramientas sobre cómo gestionar aquello en lo que llevas inmerso desde hace tiempo, y que disminuye tu sensación de libertad y aumenta tu frustración.
Lo peor que te puede pasar es perderte a ti mismo en el proceso de no perder a otra persona. Sobretodo porque no tienes el poder de hacer que alguien se quede a tu lado, pero sí tienes el control de quererte bien y valorarte como mereces.
SALUD EMOCIONAL
“Ninguna persona involucrada en una relación debería sentir que para hacerla viable necesita renunciar a una parte esencial de sí misma.”
– May Sarton –
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